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Foto del escritorKatherin Garcés Montoya

La copita menstrual

Actualizado: 22 ago 2021


El momento de cambiarse es A H O R A.

Desde mi primera menstruación empecé a utilizar toallas higiénicas, apenas en el 2019 probé los tampones, y ahora me pregunto ¿Cómo duré tanto tiempo usando eso tan inconveniente? Son incómodas, antihigiénicas (todo lo contrario a lo que dice su nombre), hay que preocuparse toooodooo el día de que no haya derrames, toca usar ropa interior de abuelita, y si sigo, la lista no termina. Con los tampones al menos no es incómodo, pero siguen siendo antihigiénicos y hay que cambiarlos con mucha frecuencia.

¿Por qué no me había cambiado antes? Diría que miedo, pero el momento es ahora. Si estás leyendo esto es porque esta es tu señal para probar la copita.

La compré muy nerviosa porque el miedo a lo desconocido era gigante, pero consideré que era necesario hacer un cambio por el medio ambiente. La cantidad de desechos que generamos al usar tampones o toallas es grandísimo, y mi Kathe ambiental necesitaba crear un cambio, lo que no sabía era que la iba a amar tanto que el beneficio ambiental era lo menos sobresaliente.

Los beneficios de la copa están explícitos en muchas partes y se pueden encontrar en mil páginas en internet, yo te voy a contar mi experiencia y lo que sentí en la transición de los tampones a la copa.

Para empezar, compré la mía en LifeCup, estuve buscando un montón, escuchando recomendaciones de algunas amigas y me fui por esa marca, están certificados por INVIMA y la FDA (cuando vayas a comprar tu copa esta es una parte fundamental, vas a introducir algo en tu vagina mínimo 4 días cada mes por los próximos 10 años, debe estar estudiada y avalada por los entes regulatorios), la adquirí en 2020 y me valió 90K COP. Cuando hice el pedido, no quise agregar el vasito para esterilizar porque me pareció ridículo que si iba a hacer un cambio por el medio ambiente compara algo adicional (que además es de plástico) cuando podía utilizar una taza o pocillo apto para microondas que ya tuviera en mi casa.

Después de escoger la marca, leí en la página las descripciones de las tallas y según eso compré la que consideré más apta para mí (cada marca tiene tallaje diferente, entonces hay que indagar). La talla es algo fundamental porque si compras una muy pequeña no se va a ajustar correctamente al canal vaginal, va a quedar flojita y es muy probable que haya derrames, si compras una muy grande, cuando la pongas es probable que no se abra completamente y puede haber derrames por los pliegues que queden. Tómalo con calma igual, el cambio es una cosa de prueba y error.

Personalmente, odio los derrames, odio lavar ropa interior manchada de sangre, entonces cuando recibí la copa la probé antes de tener el periodo, si iba a estar mal puesta al menos que no hubiera derrames. Hay varias formas de doblar la copa para introducirla, también hay que probar cada una antes de encontrar la forma adecuada para ti (aquí te muestro dos opciones). La que encontré finalmente más cómoda fue la opción B, pero hay que probar varias opciones hasta encontrar la indicada.

Introducir la copa no duele y si te duele, estás haciendo algo mal, entonces hay que relajarse, mantener la calma, respirar y seguir intentando. En muchos reviews que leí cuando recién compré la copa, muchas personas recomiendan usar lubricante si hay dificultad para ponerse la copa, a mí me funciona perfectamente ponerme la copa mojada. También hay varias formas de ubicarnos al momento de ponernos la copa, podría ser con un pie más alto, en cuclillas, de pie, etc., para encontrar la forma más cómoda hay que probar y probar hasta que encuentres lo que sientas mejor. Para mí es más sencillo ponérmela de pie (cuando estoy en la ducha) o sentada en el sanitario, pero tuve que probar varias formas antes de encontrar la mejor para mí.

El cambio requiere mucha prueba y error, es poco probable que sientas que es el método 20/10 en el primer uso, pero vale la pena seguir intentando, persevera mi reina, tú puedes.

Cuando la copa ya está adentro, lo primero es asegurarse que la copa se haya abierto completamente, puedes comprobar eso jalando levemente de la puntica, si hay oposición a salir, es que está bien puesta. Puedes usar también el dedo para garantizar esto, solo debes pasarlo al rededor de la copa, y verificar que no esté todavía doblada (si hay dobleces, con el dedo te puedes ayudar a moverla y acomodarla mejor). La copa no debería sentirse para nada, es demasiado cómoda y es absolutamente probable olvidar que la estás usando.

No he tenido derrames mientras duermo ni me he sentido incómoda mientras entreno desde que aprendí a usarla, es uno de los mayores beneficios de la copa.

Antes de comprar la copa también pensaba: que asco la sangre, ¿y si cuando me la saqué me ensucio los dedos?, pues te lavas mor, la verdad eso es lo de menos, es poco probable que te ensucies pero en caso de que pasé, solo te lavas y listo.

Saber cada cuándo hay que vaciarla también es prueba y error. Cuando uno usa toallas o tampones piensa: Dios, ¿Por qué tengo este flujo tan abundante? y cuando usas la copa te das cuenta que era más escándalo, incluso en el segundo día (que es cuando tengo mayor flujo), puedo estar sin cambiarme por más de 8 horas sin ningún derrame. Otro beneficio de la copa, además de ser cómoda, no hay que vaciarla cada 4 horas, esto es lo máximo porque en ocasiones puede significar que si estás fuera de casa, puedes esperar a llegar para vaciarla, o sea que no hay que cambiarla en un baño público. Si todavía no te has decidido a cambiarte, evalúate.

Vaciarla es muy sencillo, solo introduces el dedo para quitar eliminar el vacío en la copa, la jalas y listo. Dos consejos fundamentales al momento de extraerla:

  1. Al principio no quitaba el vacío, solo la jalaba a la verraca de la puntica, y me quebré varias veces las uñas, entonces cero recomendado.

  2. Cuando la saques, hazlo con calma, si no eliminas el vacío de la copa y la jalas a lo mal hecho, cuando salga es probable que se cierre y abra violentamente, lo que puede ocasionar una explosión sangrienta en el baño. Para evitar esto, quita el vacío hundiendo un dedito en la parte de abajo y cuando ya esté afuera y vayas a quitar el dedo, hazlo con calma.

Después de vaciarla, la limpias (puedes usar agua o un pañito) y te la vuelves a poner. Así de fácil.

Antes de la copa, odiaba menstruar y no solo por los cólicos y los cambios de humor, más que todo por la sangre, me sentía vulnerable, con miedo a tener derrames en cualquier parte. Ahora solo tengo que odiar los cólicos y los cambios de humor ¡YAY!

Yo entrenó CrossFit y jamás he tenido ningún accidente desde que empecé a usar la copa, me siento absolutamente cómoda haciendo cualquier ejercicio, sin miedo a que se mueva la toalla, y lo mejor, pudiendo usar cualquier tipo de ropa interior durante el periodo.

Por último, si se dieron cuenta, no volví a mencionar el impacto ambiental, porque aunque es fundamental, a nivel de beneficios, es lo mínimo.

No sé qué estás esperando amiga, cámbiate, ya.

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