Yo estoy por pensar que Isabel tiene una capacidad innata para atrapar al lector con historias comunes, narradas mostrando al detalle el contexto, siendo quizás el contexto lo que lo hace más real, más personal, más adaptable al lector. Personalmente, siento que la historia es tan corriente que puedo asociar cada personaje con alguien de mi cotidianidad, lo que me permite ponerme en los zapatos del personaje principal. Leo y soy Violeta cuando tenía 20, aceptando la convivencia con alguien sin estar enamorada porque es lo "correcto".
A medida que voy leyendo me siento más y más Violeta, abandonada al placer, tomando decisiones tarde que afectan el bienestar de otros, independiente, enamorada de lo superficial, tardíamente curiosa, irreverente, firme y con un carácter inamovible.
Sorprendentemente, a lo largo del libro, Isabel hace una inmersión que nos obliga a entrar y experimentar todo el contexto que rodea la historia (pienso con frecuencia en lo afortunada que soy al descubrir esta autora y compartir sus raíces latinas me hace sentir más conectada con sus libros).
Me parece mágico como la autora logra mezclar la historia de mil vidas. Siento cada testimonio y cada experiencia de los personajes secundarios como algo tan trascendental, cada vivencia converge en algo fundamental, que finalmente le otorga sentido a la historia.
A diferencia de todos los hombres que he conocido en mi vida prefería no dar su opinión si no era experto en el tema.
Defiende tu independencia, no dejes que nadie decida por ti. Para eso tienes que ser capaz de valerte sola.
El cariño se cultiva, Camilo, hay que regarlo como a una planta.
La realidad es que cada uno es responsable de su propia vida.
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